Rumbo al 2009

Lo que amo de estas fechas es sin lugar a dudas el colorido y los aromas. Las luces en las casas y los árboles, los colores en las populares piñatas, sentir el olor a pino y el chocolate caliente de mi abuela. Todo me llena de gozo.

En sí la celebración de la navidad no me motiva en lo más mínimo (bueno, tal vez la cena me emocione un poco). Sé que convivir con la familia es muy importante, pero mi familia puede estar apretujada en un cuarto de un metro cuadrado sin convivir. Las razones específicas por las que no disfruto de la navidad son:

1.- No me emociona abrir regalos.
2.- No me integro ni al grupo de los adultos ni al de los niños.
3.- De todas formas no soy muy sociable.
4.- Mi mamá SIEMPRE se enoja por algo en esta fecha, y la mayoría de las veces es algo superfluo, sin sentido o completamente irrelevante.
5.-No hay nada divertido en la tele, así que no puedo escapar de todo lo anterior ahogándome en la caja idiota.
6.- Tengo que idear mil formas para no ir a misa.

Así que la navidad no es mi fecha preferida del año. La que sí me gusta es es Año nuevo.

En mi mente lo relaciono al 100% con el color plata (el cual es de mis favoritos). Es el tiempo de hacer nuestros propósitos (de los cuales cumpliremos como 1 o 2, si no es que ninguno) y de empezar de nuevo con ganas. Además el 2009 va a ser un año de cambios.

Por más que odie los cambios, sé que pasarán y que debo lidiar con ellos. En el 2009 será la graduación de la preparatoria, tiempo de despedidas pero también un nuevo comienzo en la universidad y vivir nuevas experiencias. Supuestamente decidiré mi carrera y a dónde iré.

No me queda más que desearles un feliz año nuevo y que hayan disfrutado de su navidad.