jueves, 22 de abril de 2010

KARAOKE EFFECT

He vuelto.


Sin explicaciones, sin excusas, sólo con mi sentido del "humor" y mis pensamientos.




La mayoría de las personas disfruta cantar. Según la serie glee (y el sentido común) ésto es porque a veces cantar nos sirve mucho más que decir las cosas, además muchas veces hay canciones que explican nuestros sentimientos mejor que nosotros mismos con nuestro reprimido y olvidado léxico.




Cantar es como vomitar sentimiento, claro que sin el desorden y esa sensación de vacío al terminar. Es parte de la belleza del arte, poder expresar tus penas y dichas de una manera más íntima, pero al mismo tiempo que los demás puedan reconocer. Cantar crea tal éxtasis que desde las culturas más primitivas se ha utilizado como un medio para hacer más amenas las celebraciones y enriquecer las tradiciones.


Hoy en día no hay que preocuparse por aprenderse todas las canciones relevantes a la cultura, para eso tenemos a la tecnología que hace todo por nosotros. Tenemos el KARAOKE.




Pero no estoy para hablarles de la historia del karaoke o estupideces como esa. Escribo hoy para compartirles que he logrado un descubrimiento antropo/psicológico. El efecto karaoke.


SÍNTOMAS VISIBLES

1.- Efecto "grupo desafinado"

Cantar en "bola" es más sencillo que cantar solo, pues tu voz se mezcla con la de los demás y si cometes un error es difícil que los demás reconozcan que fuiste tu el que no alcanzó la nota y gritó como perrita a medio parir. Pero algo peculiar sucede con un karaoke... las personas, mientras más sean frente al micrófono, ¡peor cantan!

A continuación una tabla de equivalencias entre número de personas y el cuidado que tienen con desempeño vocal.

1-2 personas // Trato de cantar como Yuridia o Amaia Montero
3-4 personas // Cantemos como Alejandra Guzmán o ya de plano como Paulina Rubio
5 - 6 personas // Canto como el Tri... medio ebrio
6 o más // Gritemos como si nos estuvieran quemando el trasero
Existen karaokes que ponen calificación y he descubierto que entre más personas canten, más alta es la nota obtenida.
2.- Evolución de canciones

Todo comienza con un buen set de canciones pop muy conocidas. La quinta estación, Belanova y digamos que hasta de Moderatto. Al transcurrir la noche, la selección de canciones evoluciona de manera peculiar (y el nivel de alcohol en la sangre de los presentes es un factor que debe tomarse en cuenta). Pasamos por rolas viejitas de Soda Estereo y demás para que se arme la muchedumbre ante el aparato y ya para cuando todos se andan cayendo de ebrios nos vamos con las de banda.

Lo anterior tiene mucho que ver con el efecto grupal mencionado anteriormente pues para el final de la noche ya casi todos en la fiesta están intentando expulsar sus amígdalas por la boca. Los que sufren mal de amores aprovechan este momento para maldecir a quienes osaron romper sus corazones y los enamorados sacan a su galán interior.

3.- Competitividad

No todos podemos cantar como lo hacía Pavarotti, pero a muchos se les da eso de la cantada. Cuando los grupos desafinados cantan, las mujeres y hombres con voces privilegiadas sufren... o simplemente se molestan por alguna razón. Aquí es cuando comienza la guerra fría, este es el momento en el que deciden poner "El ejemplo" o simplemente presumir un rato. Piden el micrófono, ponen su canción favorita de Chente Fernández, de Sin bandera o de Jesse y Joy y destruyen el autoestima de los que alguna vez tomaron ese sagrado micrófono entre sus manos.

Los que no impresionaron con su capacidad vocal obviamente se dan cuenta de lo que está pasando, pero ¿Cómo darles batalla? Es hora de sacar la artillería pesada y seguir el curso natural de la evolución de canciones, es hora de cantar lo peor que puedas, hacer el mayor desmadre y que todos los solistas de la fiesta ya no tengan oportunidad de tomar el micrófono. Las bocinas retumban con las canciones dignas de un "jueves cortavenas" combinadas con el sonido de las voces que parecen provenir del último nivel infernal.

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(: live long and SING! ♥