martes, 28 de abril de 2009

¡Al fin! Una decisión que me enorgullece

Nunca pensé que elegir carrera fuera tan difícil. Pensé que cualquier carrera que eligiese me haría feliz, que podía hacerlo todo y más. Pero resulta que mi ineptitud hacia la vida me afectó también en ese rubro, bueno, al menos hasta que me decidí.

Desde pequeña pensé en tantas carreras y cambié tantas veces de opinión, pero ninguna vez fue tan significativa como ésta.

"Carrera:" me preguntaba ferozmente la página web de la universidad a la que aspiro. Dudé sobre la opción que debía seleccionar, dudé por minutos. Mi madre me observaba, estaba detrás de mi, su rostro era serio pero en la comisura de su boca podía ver una sonrisa... se estaba burlando de mí.

Psicología: "Eso es para locos"
Turismo: "¿Quién viene a Mexicali? ni hoteles hay por aquí y ni pienses en irte a otra ciudad"
Pedagogía: "¿Con tu grado de tolerancia? pobres niños"
Diseño: "Vivirás de hacer lonas"
... eso y más era lo que me habían dicho.

Pero nunca me había preguntado "¿Qué quiero YO?".

Pensé que la idea de vivir haciendo lonas no era tan mala, es un trabajo digno después de todo. A nadie le gustaba mi idea pero ¡Al demonio con ellos!. SI VOY A VIVIR DE HACER LONAS, HARÉ LAS MEJORES LONAS DEL MUNDO. Además puedo hacer camisetas, toldos etc. (jeje)

Pero ya en serio, me dí cuenta de que toda mi vida había deseado ser una diseñadora gráfica. Que obtengo placer de plasmar una idea en papel, de elegir colores, de innovar con imágenes. Al leer la lista de materias sentí que alguien había diseñado la carrera para mí.

Siento paz... Siento emoción. Ya quiero ser profesionista y demostrar que puedo ser feliz independientemente de si mi carrera es "buena" o no. Que lo que hace al profesionista es la persona y no la carrera o la universidad.

Así que sigan sus sueños, no los sueños de los demás (y MENOS los sueños frustrados de sus padres). Mi mamá aún espera a que recapacite y me cambie a arquitectura, por desgracia no puedo decirle se va a quedar esperando, ella lo descubrirá por sí misma.

por último:

PREFIERO MORIR DE HAMBRE HACIENDO LO QUE AMO, QUE VIVIR HACIENDO LO QUE DETESTO.